headerphoto
domingo, 29 de agosto de 2010

El Condón


¿Qué es?
Un condón es una funda delgada de látex (un tipo de caucho) que se utiliza sobre el pene. A menudo, se los llama también "preservativos".

¿Cómo funciona?
El condón evita que el semen ingrese en la vagina. Se coloca sobre el pene cuando está erecto. Se desenrolla totalmente hasta la base del pene mientras se sujeta la punta del condón para dejar un poco de caucho libre. De esta manera, habrá espacio para el semen después de la eyaculación y las probabilidades de que el condón se rompa serán menores.

Después de la eyaculación, el hombre debe sujetar el condón en la base del pene mientras lo retira de la vagina. Debe retirarlo cuando el pene aún está erecto para evitar que se le salga el condón cuando pierde la erección. De lo contrario, el semen podría entrar en la vagina.
Los condones usados se tiran en la basura, no en el inodoro. Una vez que un condón ha sido utilizado, no se puede volver a utilizar. Se debe utilizar un condón nuevo cada vez que se tienen relaciones sexuales. Y es necesario utilizarlo desde el principio hasta el final de la relación para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Nunca utilices lubricantes a base de petróleo, tales como aceite mineral, vaselina o aceite para bebés, con los condones porque estas sustancias pueden descomponer el caucho. Y si un condón parece seco, pegajoso o rígido cuando lo retiras del envase, o si ya pasó su fecha de vencimiento, deséchalo y utiliza uno nuevo. Es conveniente tener más de un condón a mano por si hay un problema con uno de ellos. El lugar ideal para guardar los condones que no has usado es uno fresco y seco.

¿Cuán bien funciona?
En el transcurso de un año, aproximadamente 15 de cada 100 parejas que utilizan únicamente condones para evitar los embarazos tendrán un embarazo accidental. Por supuesto, éstas son cifras promedio y la posibilidad de un embarazo depende del uso correcto de este método cada vez que se tienen relaciones sexuales. El uso de espermicida junto con los condones proporciona una mayor protección contra los embarazos, en especial si el condón se sale o se rompe durante el acto sexual.
Por lo general, cuán bien funciona un método anticonceptivo depende de muchos factores. Por ejemplo, si una persona tiene alguna enfermedad o si está tomando medicamentos que puedan interferir con su uso. También depende de si el método seleccionado es conveniente y de si la persona recuerda utilizarlo correctamente siempre.

Protección contra enfermedades de transmisión sexual
La mayoría de los condones están hechos de látex. Los fabricados con intestino de cordero ofrecen menos protección contra algunas enfermedades de transmisión sexual, entra las que se encuentra el VIH. Por eso es que se recomienda el uso de condones de látex. También se fabrican condones de poliuretano para las personas alérgicas al látex.

Si se utilizan correctamente, los condones de látex y de plástico son eficaces contra la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual. Los condones no brindan protección contra infecciones que se contagian por el contacto con llagas en la parte de piel no cubierta por un condón (como la base del pene o el escroto). Aun cuando utilicen otro método anticonceptivo, quienes tienen relaciones sexuales siempre deben utilizar condones si desean protegerse de las enfermedades de transmisión sexual.

Posibles efectos secundarios
La mayoría de las mujeres y los hombres no tienen inconvenientes con el uso de condones. Los efectos secundarios ocasionales pueden incluir los siguientes:
  • alergia a los condones de látex
  • irritación en el pene o la vagina debido a los espermicidas o lubricantes utilizados para tratar algunos condones

¿Quiénes lo utilizan?
Las parejas que son lo suficientemente responsables como para detenerse y colocar un condón antes de tener relaciones sexuales y las personas que desean protegerse contra enfermedades de transmisión sexual. Como los condones son actualmente el único método anticonceptivo para hombres, permiten que ellos asuman la responsabilidad de protección contra enfermedades de transmisión sexual y contra embarazos no deseados. Los condones también son una buena opción para las personas que no cuentan con mucho dinero para métodos anticonceptivos.

¿Cómo lo consigo?
Los condones se pueden comprar sin receta en las farmacias, los supermercados y en máquinas expendedoras. En algunos negocios, se encuentran en una góndola denominada "Family Planning" (planificación familiar). Las opciones de condones son muy variadas: vienen en distintos tamaños, texturas, colores y sabores. Algunos están lubricados y muchos también están recubiertos con espermicida; no obstante, es más eficaz utilizar un espermicida vaginal por separado.

¿Qué es el sistema reproductor masculino?
La mayoría de las especies tienen dos sexos: masculino y femenino. Cada sexo cuenta con su propio sistema reproductor. La estructura y la forma son diferentes, pero ambos están diseñados específicamente para producir, nutrir y transportar el óvulo (o huevo) o el espermatozoide.

A diferencia de las mujeres, cuyos órganos sexuales se encuentran ubicados en su totalidad dentro de la pelvis, los órganos reproductores del hombre, o genitales, se encuentran tanto dentro como fuera de la pelvis. Los genitales masculinos incluyen:
  • los testículos
  • el sistema de conductos, conformado por el epidídimo y el conducto deferente
  • las glándulas accesorias, que incluyen las vesículas seminales y la próstata
  • el pene

En un muchacho que ha alcanzado su madurez sexual, los dos testículos producen y almacenan millones de diminutos espermatozoides. Los testículos son ovalados y crecen hasta alcanzar aproximadamente 2 pulgadas (5 centímetros) de longitud por 1 pulgada (3 centímetros) de diámetro. Los testículos también forman parte del sistema endocrino, porque producen hormonas, entre las que se encuentra la testosterona.
La testosterona es muy importante en la pubertad de los muchachos, y a medida que recorren la pubertad, sus testículos producen cantidades cada vez mayores de esta hormona. La testosterona es la responsable de que los muchachos desarrollen voces más graves, músculos más grandes y vello en la cara y el cuerpo. También estimula la producción de espermatozoides.

Junto a los testículos, se encuentran el epidídimo y el conducto deferente, que conforman el sistema de conductos de los órganos reproductores del hombre. El conducto deferente es un tubo muscular que pasa junto a los testículos y transporta el líquido que contiene los espermatozoides, denominado semen. El epidídimo es un conjunto de tubos en forma de espiral (uno para cada testículo) que se conecta al conducto deferente.

El epidídimo y los testículos cuelgan en una estructura similar a una bolsa, ubicada fuera de la pelvis y denominada escroto. Esta bolsa de piel ayuda a regular la temperatura de los testículos, que debe ser inferior a la temperatura corporal para producir espermatozoides. El escroto cambia de medida para mantener la temperatura adecuada. Cuando el cuerpo está frío, el escroto se encoge y se vuelve más ajustado para mantener el calor corporal en su interior. Cuando está cálido, el escroto se agranda y se vuelve más fláccido para eliminar el exceso de calor. Esto ocurre sin que un muchacho siquiera lo piense. El cerebro y el sistema nervioso dan las indicaciones al escroto para que cambie de tamaño.

Las glándulas accesorias, incluyendo las vesículas seminales y la glándula prostática, proporcionan los fluidos que lubrican el sistema de conductos y nutren el esperma. Las vesículas seminales son estructuras similares a bolsas que están unidas al conducto deferente, a un costado de la vejiga. La glándula prostática, que produce algunas partes del semen, rodea a los conductos eyaculatorios en la base de la uretra, justo debajo de la vejiga. La uretra es el canal que conduce el semen hacia el exterior del cuerpo, a través del pene. La uretra también forma parte del sistema urinario, porque es el canal a través del cual pasa la orina cuando sale de la vejiga y abandona el cuerpo.

En realidad, el pene está formado por dos partes: la diáfisis y el glande. La diáfisis es la parte principal del pene y el glande es la punta (a veces, denominada "cabeza"). En el extremo del glande, hay una pequeña ranura o abertura, por la cual, a través de la uretra, salen el semen y la orina del cuerpo. La parte interna del pene está formada por un tejido esponjoso que se puede expandir y contraer.
Todos los niños nacen con un prepucio, un pliegue de piel ubicado en el extremo del pene, que cubre el glande. Algunos niños son circuncidados, lo cual significa que un médico o un miembro del clero corta el prepucio. La circuncisión suele llevarse a cabo en los primeros días de vida del bebé. Si bien la circuncisión no es clínicamente necesaria, los padres que deciden circuncidar a sus hijos a menudo lo hacen por creencias religiosas, preocupación por la higiene, o por razones sociales o culturales. El pene de los niños circuncidados no es diferente del pene de los demás niños: todos los penes funcionan de la misma manera y tienen la misma sensibilidad, sin importar que se haya retirado el prepucio.

¿Qué hace el sistema reproductor masculino?
Los órganos sexuales masculinos trabajan en forma conjunta para producir y liberar semen en el sistema reproductor de la mujer durante el acto sexual. El sistema reproductor masculino también produce hormonas sexuales, que ayudan a un muchacho a desarrollarse y convertirse en un hombre durante la pubertad.

Cuando un bebé nace, tiene todas las partes de su sistema reproductor, pero no es sino hasta la pubertad que es capaz de reproducirse. Cuando comienza la pubertad, generalmente entre los 10 y los 14 años, la glándula pituitaria, ubicada en el cerebro, secreta hormonas que estimulan a los testículos para que produzcan testosterona. La producción de testosterona provoca muchos cambios físicos. Si bien el ritmo en el que aparecen estos cambios es diferente en cada muchacho, las etapas de la pubertad suelen seguir una secuencia fija.
  • Durante la primera etapa de la pubertad masculina, el escroto y los testículos aumentan de tamaño.
  • A continuación, el pene se agranda, y las vesículas seminales y la glándula prostática crecen.
  • Comienza a aparecer vello en el área púbica y, más tarde, crece en la cara y los brazos. Durante este tiempo, la voz de un muchacho también se vuelve más grave.
  • Los muchachos también pegan un estirón durante la pubertad y alcanzan la altura y el peso adultos.

Una vez que un muchacho llega a la pubertad, producirá millones de espermatozoides por día. Cada espermatozoide es extremadamente pequeño: tan solo 1/600 de pulgada (0,05 milímetros) de largo. Los espermatozoides se desarrollan en el interior de los testículos, dentro de un sistema de diminutos tubos denominados túbulos seminíferos. En el momento del nacimiento, estos túbulos contienen células redondas simples, pero durante la pubertad, la testosterona y otras hormonas hacen que estas células se transformen en espermatozoides. Estas células se dividen y modifican hasta que tienen una cabeza y una cola corta, como los renacuajos. La cabeza contiene material genético (genes). Los espermatozoides utilizan sus colas para trasladarse por el epidídimo, en donde completan su desarrollo. Un espermatozoide tarda entre 4 y 6 semanas en viajar a través del epidídimo.

Después, los espermatozoides se mueven hacia el conducto deferente, o conducto eyaculatorio. Las vesículas seminales y la glándula prostática producen un líquido blanquecino denominado líquido seminal, que se mezcla con los espermatozoides para formar el semen cuando el hombre recibe estímulos sexuales. El pene, que suele estar fláccido, se pone rígido cuando el hombre se excita sexualmente. Los tejidos del pene se llenan de sangre y éste se pone rígido y erecto (una erección). La rigidez de un pene erecto hace que sea más fácil introducirlo en la vagina de la mujer durante una relación sexual. Cuando se estimula el pene erecto, los músculos que rodean a los órganos reproductores se contraen y fuerzan el paso del semen a través del sistema de conductos y la uretra. El semen es empujado hacia afuera del cuerpo a través de la uretra; este proceso se denomina eyaculación. Cada vez que un hombre eyacula, puede liberar hasta 500 millones de espermatozoides.

Cuando el hombre eyacula durante una relación sexual, deposita el semen en la vagina de la mujer. Desde la vagina, los espermatozoides se trasladan a través del cuello del útero y atraviesan el útero con la ayuda de las contracciones uterinas. Si hay un óvulo maduro en una de las trompas de Falopio de la mujer, un solo espermatozoide puede penetrarlo y se produce la fertilización, o concepción.
Este óvulo fertilizado se llama cigoto y tiene 46 cromosomas: la mitad provienen del óvulo y la otra mitad del espermatozoide. El material genético del hombre y el de la mujer se combinan para crear un nuevo individuo. El cigoto se divide una y otra vez a medida que crece en el útero de la mujer, y madura con el transcurso del embarazo hasta convertirse en un embrión, un feto y, finalmente, un recién nacido.

Problemas que pueden surgir en el sistema reproductor masculino
En algunas ocasiones, los hombres pueden experimentar problemas en su sistema reproductor. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de afecciones del sistema reproductor masculino.

Afecciones del escroto, los testículos y el epidídimo
Las dolencias que afectan el contenido del escroto pueden involucrar a los testículos, el epidídimo o al escroto mismo.
  • Lesiones en los testículos. Incluso una lesión leve en los testículos puede provocar dolores agudos, magulladuras o hinchazón. La mayoría de las lesiones en los testículos se deben a golpes, patadas o compresión y suelen ocurrir durante la práctica de deportes o debido a otros traumatismos. Algunos hombres también sufren de torsión testicular, que es lo que ocurre cuando uno de los testículos se retuerce y corta el suministro de sangre. Pero este problema no es muy común.
  • Varicocele. Se trata de una várice (una vena inusualmente hinchada) en la red de venas que corren a través de los testículos. El varicocele suele desarrollarse durante el transcurso de la pubertad. Por lo general, un varicocele no es nocivo, aunque en algunas personas puede dañar los testículos o disminuir la producción de espermatozoides; por lo tanto, es conveniente que un muchacho consulte a su médico si está preocupado por cambios en los testículos.
  • Cáncer de testículo. Se trata de uno de los cánceres más comunes en hombres menores de 40 años. Aparece cuando las células del testículo se dividen de manera anormal y forman un tumor. El cáncer de testículo puede propagarse a otras partes del cuerpo, pero si se detecta en forma temprana, la probabilidad de curación es excelente. Todos los hombres deben autoexaminarse los testículos en forma regular para facilitar la detección temprana de esta enfermedad.
  • La epididimitis es la inflamación del epidídimo, los conductos espiralados que conectan los testículos con el conducto deferente. En la mayoría de los casos, es causada por una infección, tal como la clamidiasis, que es una enfermedad de transmisión sexual. La epididimitis provoca dolor e hinchazón cerca de uno de los testículos.
  • Hidrocele. Un hidrocele surge por la acumulación de líquido en las membranas que rodean a los testículos. Los hidroceles pueden provocar hinchazón en el testículo, pero suelen ser indoloros. En algunos casos, tal vez sea necesario recurrir a la cirugía para aliviar la dolencia.
  • Hernia inguinal. Cuando una parte de los intestinos se introduce a través de una abertura o debilitación anormal de la pared abdominal y entra en la ingle o el escroto, se produce una hernia inguinal. La hernia puede presentarse como un abultamiento o una hinchazón en la zona de la ingle. Se puede corregir con cirugía.
  •  
Afecciones del pene

La afecciones del pene incluyen las siguientes:
  • Inflamación del pene. Los síntomas de inflamación del pene incluyen enrojecimiento, picazón, hinchazón y dolor. La inflamación del glande (la cabeza del pene), se denomina "balanitis". La postitis es la inflamación del prepucio, que suele presentarse como consecuencia de una infección bacteriana o por hongos.
  • El hipospadias es una afección en la cual la uretra se abre en la parte inferior del pene, y no en la punta.

¿Qué es el sistema reproductor femenino?
La mayoría de las especies tienen dos sexos: masculino y femenino. Cada sexo cuenta con su propio sistema reproductor. La estructura y la forma son diferentes, pero ambos están diseñados específicamente para producir, nutrir y transportar el óvulo (o huevo) o el espermatozoide.

A diferencia del hombre, la mujer tiene el sistema reproductor ubicado íntegramente en la pelvis (que es la zona baja del abdomen). La parte externa de los órganos reproductores femeninos se denomina vulva, que significa "cubierta". La vulva, que está ubicada entre las piernas, cubre la abertura que conduce a la vagina y a otros órganos reproductores ubicados dentro del cuerpo.

La zona carnosa ubicada justo por encima de la parte superior de la abertura vaginal se denomina monte de Venus o "mons pubis." La abertura vaginal está rodeada por dos pares de membranas, denominadas labios. El clítoris, un pequeño órgano sensitivo, está ubicado hacia la parte delantera de la vulva, donde se unen los pliegues de los labios. Entre los labios, hay aberturas hacia la uretra (el canal que transporta la orina desde la vejiga hacia la parte externa del cuerpo) y la vagina. Una vez que una niña alcanza la madurez sexual, los labios externos y el monte de Venus se cubren con vello púbico.

Los órganos reproductores internos de la mujer son la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios.

La vagina es un tubo muscular hueco que se extiende desde la abertura vaginal hasta el útero. La vagina de una mujer madura mide aproximadamente de 3 a 5 pulgadas (8 a 12 centímetros). Dado que posee paredes musculares, puede expandirse y contraerse. Esta capacidad de ensancharse o afinarse permite que la vagina pueda albergar algo tan delgado como un tampón o tan ancho como un bebé. Las paredes musculares de la vagina están recubiertas por membranas mucosas, que la mantienen húmeda y protegida. La vagina tiene dos finalidades: es el lugar en el que se introduce el pene durante las relaciones sexuales, y también es el camino por el cual un bebé sale del cuerpo de la mujer durante el parto, denominado "canal de parto".

La abertura de la vagina está cubierta por una lámina delgada de tejido, con uno o más orificios, denominada himen. El himen suele ser diferente de una persona a otra. En la mayoría de las mujeres, el himen se estira o rasga después de la primera experiencia sexual, y es posible que sangre un poco (esto suele provocar un poco de dolor, o puede resultar indoloro). No obstante, en algunas mujeres que han tenido relaciones sexuales, el himen no sufre grandes modificaciones.
La vagina se conecta con el útero, o vientre, en el cuello uterino. El cuello uterino tiene paredes fuertes y gruesas. La abertura del cuello del útero es muy pequeña (no es más ancha que una pajilla), razón por la cual un tampón no puede quedar nunca dentro del cuerpo de una mujer. Durante el parto, el cuello del útero se puede expandir para permitir el paso del bebé.

El útero tiene forma de pera invertida, con un recubrimiento grueso y paredes musculares; de hecho, el útero posee algunos de los músculos más fuertes del cuerpo. Estos músculos son capaces de expandirse y contraerse para albergar al feto en crecimiento y después ayudan a empujar al bebé hacia afuera durante el parto. Cuando una mujer no está embarazada, el útero mide tan solo 3 pulgadas (7,5 centímetros) de largo y 2 pulgadas (5 centímetros) de ancho.

En las esquinas superiores del útero, las trompas de Falopio conectan el útero con los ovarios. Los ovarios son dos órganos con forma de óvalo ubicados en la parte superior derecha e izquierda del útero. Producen, almacenan y liberan óvulos en las trompas de Falopio en un proceso que se denomina ovulación. Cada ovario mide, aproximadamente, de 1,5 a 2 pulgadas (de 4 a 5 centímetros) en una mujer madura.
Existen dos trompas de Falopio, cada una de ellas unida a un lado del útero. Las trompas de Falopio miden, aproximadamente, 4 pulgadas (10 centímetros) de largo y son tan anchas como un espagueti. Dentro de cada tubo hay un pequeñísimo canal, del ancho de una aguja de coser. En el extremo opuesto de cada trompa de Falopio, hay una zona de bordes irregulares que tiene el aspecto de un embudo. Esta zona de bordes irregulares envuelve al ovario, pero no se conecta totalmente a él. Cuando un óvulo sale de un ovario, entra en la trompa de Falopio. Una vez que el óvulo se encuentra en la trompa de Falopio, los diminutos pelos del recubrimiento del tubo lo empujan hacia el útero a través del estrecho pasaje.

Los ovarios también forman parte del sistema endócrino, porque producen las hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona.

¿Qué hace el sistema reproductor femenino?
El sistema reproductor femenino permite que una mujer:
  • produzca óvulos
  • tenga relaciones sexuales
  • proteja y nutra el óvulo fertilizado hasta que se desarrolle completamente
  • dé a luz

La reproducción sexual no sería posible sin los órganos sexuales denominados gónadas. Si bien la mayoría de la gente considera que las gónadas son los testículos del hombre, ambos sexos tienen gónadas; en la mujer, son los ovarios. Las gónadas femeninas producen gametos femeninos (óvulos); las gónadas masculinas producen gametos masculinos (espermatozoides). Una vez que un óvulo es fertilizado por el espermatozoide, recibe el nombre de cigoto.

Cuando una mujer nace, sus ovarios contienen cientos de miles de óvulos, los cuales permanecen inactivos hasta que comienza la pubertad. En la pubertad, la glándula pituitaria, ubicada en la parte central del cerebro, comienza a fabricar hormonas que estimulan a los ovarios para producir hormonas sexuales femeninas, incluyendo el estrógeno. La secreción de estas hormonas hace que una niña se desarrolle y se transforme en una mujer madura.

Hacia el final de la pubertad, la niña comienza a liberar óvulos como parte de un período mensual denominado ciclo menstrual. Aproximadamente una vez al mes, durante la ovulación, un ovario envía un diminuto óvulo hacia una de las trompas de Falopio. A menos que el óvulo sea fertilizado por un espermatozoide mientras se encuentra en la trompa de Falopio, se secará y abandonará el cuerpo aproximadamente dos semanas más tarde a través del útero. Este proceso se llama menstruación. La sangre y los tejidos del recubrimiento interno del útero se combinan para conformar el flujo menstrual, que en la mayoría de las muchachas dura de 3 a 5 días. El primer período de una muchacha se denomina menarca.
Normalmente, las mujeres y muchachas sienten algunas molestias en los días previos a sus períodos. El síndrome premenstrual (SPM) incluye síntomas físicos y emocionales que aparecen en muchas muchachas y mujeres justo antes de sus períodos. Estos síntomas incluyen acné, distensión abdominal, fatiga, dolor de espalda, inflamación y dolor en los pechos, constipación, diarrea, antojos, depresión, irritabilidad o dificultades para concentrarse y controlar el estrés. El SPM suele empeorar durante los 7 días anteriores al inicio del período y desaparece una vez que éste comienza.

Muchas muchachas también sufren calambres abdominales durante los primeros días del período. Éstos son causados por las prostaglandinas, sustancias químicas presente en el cuerpo, que hace contraer los músculos lisos del útero. Estas contracciones involuntarias pueden ser débiles o agudas e intensas.

Después de la menarca, el cuerpo de una muchacha puede tardar dos años en desarrollar ciclos menstruales regulares. Durante ese tiempo, su cuerpo se está ajustando a las hormonas que aparecen en la pubertad. En promedio, el ciclo menstrual de una mujer adulta es de 28 días, pero puede variar de 23 a 35 días.

Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales dentro de los días cercanos a la ovulación de la mujer (desprendimiento del óvulo), es probable que haya fertilización. Cuando el hombre eyacula (momento en el que el semen sale del pene), deposita entre 0,05 y 0,2 onzas líquidas (1,5 a 6 ml) de semen en la vagina. En esta pequeña cantidad de semen, hay entre 75 y 900 millones de espermatozoides, que "nadan" hacia arriba desde la vagina, a través del cuello uterino y el útero, para reunirse con el óvulo en la trompa de Falopio. Sólo hace falta un espermatozoide para fertilizar un óvulo.

Aproximadamente una semana después de que el espermatozoide fertiliza el óvulo, el óvulo fertilizado (cigoto) se ha transformado en un blastocisto multicelular. Un blastocisto tiene el tamaño aproximado de una cabeza de alfiler, y es una bola hueca de células con líquido en el interior. El blastocisto se entierra a sí mismo en el recubrimiento del útero, denominado endometrio. El estrógeno hace que el endometrio se vuelva más grueso y rico en sangre. La progesterona, otra hormona liberada por los ovarios, mantiene el endometrio ensanchado con sangre para que el blastocisto sea capaz de insertarse en la pared del útero y absorber los nutrientes que hay en ella. Este proceso se denomina implantación.

A medida que las células del blastocisto reciben nutrientes, comienza otra etapa de desarrollo: la etapa embrionaria. Las células internas conforman un círculo aplanado denominado "disco embrionario", que se desarrollará y llegará a ser un bebé. Las células externas se transforman en membranas delgadas que se forman alrededor del bebé. Las células se multiplican miles de veces y se mueven a nuevas posiciones hasta transformarse, finalmente, en el embrión. Después de aproximadamente 8 semanas, el embrión tiene un tamaño similar al del dedo pulgar de un adulto, pero prácticamente todas sus partes (el cerebro y los nervios, el corazón y la sangre, el estómago y los intestinos, los músculos y la piel) ya están formadas.

Durante la etapa fetal, que dura desde la novena semana posterior a la fertilización hasta el momento del nacimiento, el desarrollo continúa con la multiplicación, el movimiento y el cambio de las células. El feto flota en el líquido amniótico que se encuentra dentro del saco amniótico. El feto recibe oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre a través de la placenta, una estructura con forma de disco que se adhiere al recubrimiento interno del útero y se conecta con el feto a través del cordón umbilical. La membrana y el líquido amniótico protegen al feto de los golpes y sacudidas que pueda sufrir el cuerpo de la madre.
El embarazo dura un promedio de 280 días; aproximadamente 9 meses. Cuando el bebé está listo para nacer, su cabeza presiona el cuello del útero y éste comienza a relajarse y ensancharse para prepararse para el paso del bebé hacia y a través de la vagina. La mucosidad que ha formado un tapón en el cuello del útero se afloja y sale junto con el líquido amniótico a través de la vagina cuando la madre rompe bolsa.

Cuando comienzan las contracciones del trabajo de parto, las paredes del útero se contraen por la estimulación de la hormona pituitaria, la oxitocina. Las contracciones hacen que el cuello del útero se ensanche y comience a abrirse. Después de varias horas de ensanchamiento, el cuello del útero se dilata (se abre) lo suficiente para que el bebé salga. El bebé es empujado hacia afuera del útero, a través del cuello del útero y a lo largo del canal de parto. Por lo general, primero sale la cabeza del bebé; el cordón umbilical sale junto con el bebé y se corta después del nacimiento. La última etapa del proceso de parto, que actualmente se denomina "posparto", es la expulsión de la placenta. Después de que se separa del recubrimiento interno del útero, las contracciones de éste la empujan hacia afuera, junto con las membranas y los líquidos.

Problemas que pueden surgir en el sistema reproductor femenino
En algunas ocasiones, las muchachas y las mujeres pueden padecer problemas en su sistema reproductor. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de afecciones del sistema reproductor femenino.

Problemas que pueden surgir en la vulva y la vagina
  • La vulvovaginitis es una inflamación de la vulva y la vagina. Puede ser provocada por sustancias irritantes (como jabón de lavar o espumas de baño). Este problema también puede ser provocado por una mala higiene personal (como limpiarse de atrás hacia adelante después de una deposición). Los síntomas incluyen enrojecimiento y picazón en la zona vaginal y vulvar, y en ocasiones flujo vaginal. La vulvovaginitis también puede ser provocada por una superpoblación de Candida, un hongo que normalmente está presente en la vagina.
  • El sangrado vaginal no menstrual se debe, por lo general, a la presencia de un cuerpo extraño en la vagina; con frecuencia, papel higiénico introducido en la vagina. También se puede deber a un prolapso uretral, una afección en la que las membranas mucosas de la uretra sobresalen por la vagina como una pequeña masa de tejido, con forma de rosquilla, que sangra con facilidad. También se puede deber a una lesión (como haber caído sobre el caño de una bicicleta) o a un traumatismo vaginal debido a un abuso sexual.

Problemas que pueden surgir en los ovarios y las trompas de Falopio
  • Los embarazos ectópicos ocurren cuando un óvulo fertilizado, o cigoto, no llega al útero y, por el contrario, crece rápidamente en la trompa de Falopio. Las mujeres con este problema tienen dolores abdominales fuertes y deben consultar a un médico, porque en algunos casos es necesaria una cirugía.
  • La endometriosis se presenta cuando un tejido que normalmente sólo se encuentra en el útero comienza a crecer fuera de éste: en los ovarios, las trompas de Falopio o en otras partes de la cavidad pélvica. Puede provocar sangrado anormal, períodos dolorosos y dolor pélvico general.
  • Los tumores de ovario, si bien no son comunes, pueden aparecer. Las mujeres con tumores en los ovarios suelen tener dolor abdominal y bultos que se pueden sentir en su abdomen. Probablemente sea necesaria una cirugía para extirpar el tumor.
  • Los quistes de ovario son bolsas no cancerosas llenas de líquido o de material semisólido. Aunque son comunes y no suelen ser nocivos, pueden transformarse en un problema si adquieren un tamaño muy grande. Los quistes grandes pueden empujar los órganos cercanos y provocar dolor abdominal. En la mayoría de los casos, los quistes desaparecen solos y no es necesario ningún tratamiento. Si los quistes provocan dolor, el médico puede recetar píldoras anticonceptivas para alterar su crecimiento, o un cirujano puede extirparlos.
  • El síndrome del ovario poliquístico es un trastorno hormonal en el cual los ovarios producen demasiadas hormonas masculinas (andrógenos). Esta afección hace que los ovarios se agranden y desarrollen muchas bolsas llenas de líquido, o quistes. Con frecuencia, aparece por primera vez en la adolescencia. Según el tipo y la gravedad de la enfermedad, se puede tratar con medicamentos para regular el equilibrio hormonal y la menstruación.

Problemas menstruales
Las muchachas se pueden ver afectadas por una variedad de problemas menstruales. Algunas de las dolencias más comunes son las siguientes:
  • La dismenorrea es cuando una muchacha tiene períodos dolorosos.
  • La menorragia es cuando una muchacha tiene períodos muy fuertes con sangrado excesivo.
  • La oligomenorrea es cuando una muchacha no tiene el período o tiene períodos infrecuentes, a pesar de haber estado menstruando hace tiempo y no estar embarazada.
  • La amenorrea es cuando una muchacha no ha tenido su primer período al alcanzar los 16 años, o tres años después de haber comenzado la pubertad; llega a los 14 años sin desarrollar signos de pubertad; o tuvo períodos normales, pero dejó de menstruar y no está embarazada.

Infecciones del sistema reproductor femenino
  • Enfermedades de transmisión sexual. Incluyen infecciones y enfermedades como la enfermedad inflamatoria pélvica, el virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), el virus del papiloma humano (o verrugas genitales), la sífilis, la clamidiasis, la gonorrea y el herpes genital. La mayoría se transmiten de persona a persona por contacto sexual.
  • Síndrome del shock tóxico. Esta enfermedad poco común es provocada por la liberación de toxinas en el cuerpo durante un tipo de infección bacteriana que tiene más probabilidades de desarrollarse si se deja un tampón durante demasiado tiempo. Puede provocar fiebre elevada, diarrea, vómitos y shock.


SITUACIÓN DE APRENDIZAJE
Laura tiene 17 años, tiene una relación sentimental con su novio desde hace tres años, ultimamente a sentido deseos de tener relaciones sexuales con su novio y esta interesada en aprender cuales son los métodos más eficientes para evitar un embarazo no deseado y por supuesto enfermedades de transmisión sexual.



PREGUNTA GENERADORA
¿Cuáles métodos anticonceptivos conoces?
¿Cómo puede el condón disminuir el riesgo de embarazo o enfermedades de transmisión sexual?



ACTIVIDADES CURRICULARES:
·           ACTIVIDAD 1:
Tarea 1:
Realice un resumen del tema en el cuaderno.
                        Tarea 2:
Consultar sobre otros métodos anticonceptivos y realizar un informe escrito, mínimo de 5 métodos diferentes.
Tarea 3:
Realice entrevistas a jóvenes madres de familia y padres de familia de su colegio o en su defecto de su población, sobre la experiencia como padres, si decidieron o no conscientemente tener hijos, que métodos utilizaron antes de ser padres, cuales métodos anticonceptivos utilizan ahora, concejos personales sobre la prevención, etc. Cada estudiante debe entrevistar mínimo a una persona y exponer el caso en una mesa redonda.


HERRAMIENTAS DE ANDAMIAJE
EVALUACIÓN:
·           Autoevaluación: El estudiante realiza una lista de los conocimientos adquiridos durante el proceso y cuales son los puntos en los que tiene déficit.
·           Heteroevaluación: El docente realiza una inspección de los avances que van teniendo los estudiantes para crear estrategias para mejorar.

RECURSOS:
Físicos: Aula, Computadores, Internet, Tablero, Cuaderno.
            Material Teórico: Tecnología Noveno, Videos
            Humanos: Docente y Estudiantes

BIBLIOGRAFÍA Y CIBERGRAFÍA

0 comentarios:

Publicar un comentario